sábado, 17 de enero de 2015

La educación universitaria como mecanismo de cohesión o dispersión social

La vida de un individuo como estudiante universitario comienza normalmente a los 18 años. Ni bien se finalizan los estudios secundarios, las personas se enfrentan a una gran decisión de vida que consiste en iniciar o no una carrera universitaria. Ahí decidirán generalmente si se transforman en estudiantes universitarios o ingresan en el mercado laboral. En esa decisión juegan su papel crucial aspectos derivados de una decisión intertemporal de inversión y cuestiones vinculadas a preferencias de consumo. Los costos directos de estudiar, los costos de oportunidad, los ingresos, el conocimiento acerca del mundo universitario, la oferta institucional en el lugar de residencia, las capacidades, la herencia paterna y otra infinidad de factores inclinarán la balanza hacia una u otra decisión.

Para una cierta cantidad de individuos, la decisión afirmativa resulta algo natural que los mantiene en los cánones del grupo en el que viven. Se trata de los individuos favorecidos en el aspecto socioeconómico que reflejan una alta probabilidad de acceder al mundo universitario.

Por el contrario, para otro grupo de individuos la decisión de iniciar una carrera universitaria resulta un quiebre decisivo dentro del ámbito en el que desarrollaron su vida. Estos individuos los podemos definir como socioeconómicamente desfavorecidos porque viven en un entorno alejado de la vida universitaria, con menores posibilidades de ingreso y sin la experiencia educativa que pudieran transmitirles sus padres con bajos niveles de educación. Este conjunto de individuos refleja naturalmente una baja probabilidad de acceso a la vida universitaria. No obstante, estas personas probablemente se consideran favorecidas dentro de su entorno, porque lograron sortear las dificultades de la educación media permitiéndoles llegar al punto de inicio de la carrera universitaria, situación que otro grupo de individuos incluso no ha logrado.

Una vez conformada la gran cohorte de individuos que inician los estudios universitarios, donde se mezclan en diferentes proporciones los individuos favorecidos y desfavorecidos, se desencadena simultáneamente otra gran decisión, ¿qué carrera estudiar? En esa problemática otra vez entran en consideración factores similares a los que jugaron su papel en la decisión de acceso, y también se filtra la situación socioeconómica. Los estudiantes favorecidos disfrutan de una más amplia posibilidad de elección que les permite adecuar la carrera a sus pretensiones de inversión, independientemente de los costos de estudiar, o satisfacer sus deseos de consumo con una carrera menos rentable. En cambio, los estudiantes desfavorecidos ven acotadas sus opciones a lo que sus posibilidades de ingreso, su necesidad de trabajar y estudiar, o su conocimiento de las carreras, les permiten. Es así como se observan patrones de elección donde los estudiantes favorecidos se inclinan por disciplinas como Odontología y Arquitectura por motivos de inversión, o Filosofía por motivos de consumo, mientras que los estudiantes desfavorecidos se inclinan por disciplinas como Auxiliares de la Medicina y Ciencias de la Educación.

Ubicados ya todos los estudiantes en sus respectivas instituciones y carreras, comienza la vida académica propiamente dicha. La lógica del desempeño académico que los estudiantes van desarrollando, permite vislumbrar que otra vez la situación socioeconómica es uno de los determinantes. Es así como los estudiantes favorecidos muestran un mejor desempeño que les posibilita mayores chances de graduación y en menor tiempo. Por el contrario, los estudiantes desfavorecidos se enfrentan a dificultades adicionales, como por ejemplo la necesidad de trabajar y estudiar simultáneamente, que aumentan las chances de abandono y retraso en los estudios.

Al final de la vida universitaria, el éxito de algunos y el fracaso de otros, habrá significado por un lado la continuidad social de los individuos favorecidos, y por otro lado la posibilidad de progreso para el grupo de estudiantes desfavorecidos.

Este relato breve de la vida académica de un estudiante universitario permite identificar las distintas etapas que enfrenta: acceso, elección de carrera y rendimiento académico, utilizando como hilo conductor la situación socioeconómica del individuo.

¿Por qué puede ser muy relevante este enfoque de la educación como una carrera de obstáculos? Porque el sistema educativo y la educación universitaria en particular, pueden funcionar como un mecanismo aglutinante del nivel de bienestar de la sociedad, o por el contrario pueden acentuar las diferencias de ingresos. Las posibilidades de acceso a la universidad son una parte de este proceso, y en este sentido resulta inspirador citar a Bourdieu y Passeron (1964) para el caso de un país desarrollado como Francia.

Un cálculo aproximado de las posibilidades de acceder a la universidad según la profesión del padre hace aparecer que van desde menos de una posibilidad entre cien para los hijos de los asalariados agrícolas a cerca de setenta para los hijos de industriales y a más de ochenta para quienes provienen de familias donde se ejercen profesiones liberales. Esta estadística hace evidente que el sistema educativo pone efectivamente en funcionamiento una eliminación de las clases más desfavorecidas bastante más total de lo que se cree.

En Argentina se verifican históricamente resultados muy similares a los expuestos por Bourdieu y Passeron. Los principales indicios van en dirección del no cumplimiento del postulado de independencia entre situación socioeconómica y probabilidad de acceso. También los resultados respecto de elección de carrera y rendimiento académico exponen la injerencia del aspecto socioeconómico.

En definitiva, más allá de las múltiples discusiones sobre reglas de acceso, financiamiento, institucionalidad, etc.; resulta importante analizar el real efecto que el sistema educativo universitario tiene sobre la cohesión social. Que la sociedad esté financiando un sistema educativo universitario afectado por desigualdad de oportunidades, sería como aceitar permanente el funcionamiento de un motor de dispersión social. Todo esto conforma una línea de trabajo que requiere diagnósticos y diseño de políticas para direccionar el sistema educativo universitario en pos de la cohesión social.

Publicado en diario La Capital de Mar del Plata (17/1/15) PDF

jueves, 20 de noviembre de 2014

La recuperación del pilar fiscal como condición para el desarrollo

Existe consenso entre los actores de la economía argentina respecto de la relevancia de la situación fiscal como determinante tanto de la coyuntura económica, como del crecimiento futuro. Por lo que, siendo el Estado uno de los grandes actores de la economía argentina, resulta importante analizar en perspectiva la evolución en los últimos años, así como algunos grandes números de una agenda de transformación con foco en el desarrollo.

Desde la crisis del final de la Convertibilidad en 2001/2002, la situación fiscal ha mostrado matices que son importantes resaltar. En este sentido, vale la pena concentrarse en la evolución del Sector Público Nacional (SPN, que comprende Tesoro Nacional, ANSES y resto de organismos del gobierno federal).

El SPN ha mostrado en la última década dos etapas claramente diferenciadas. La primera entre 2003 y 2008 expone una situación fiscal sólida con un promedio de superávit financiero de +1,3% del PIB. Mientras que la segunda etapa entre 2009 y 2013 expone una situación más débil con un déficit financiero promedio de ‐1,1% del PIB. Las estimaciones que pueden vislumbrarse para el cierre de 2014 indican una situación fiscal con un resultado financiero proyectado de ‐3,0% del PIB.

Es importante notar que dentro del financiamiento del SPN una fracción importante corresponde a ingresos derivados de la distribución de utilidades del BCRA y la renta del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) administrado por ANSES. Estos recursos sumados han variado entre 1% y 1,5% del PIB desde 2007, aunque en 2014 se estima alcancen casi 2,5% del PIB. En un enfoque de desarrollo de mediano plazo, estos recursos no deberían ser considerados en la estructura de financiamiento del SPN.

Otro resultado relevante ha sido el incremento del tamaño del SPN dentro de la economía. En el año 2003 el tamaño era 12,6% del PIB pasando en diez años a 23,4% (2013). Es decir, un incremento record de 10,8 puntos porcentuales. A nivel de presión impositiva se verificó el mismo fenómeno, pasándose de 13% a 21,5% del PIB.

Llegados a este punto del análisis, una posible línea de acción que se deriva, se refiere a que el nivel de presión impositiva alcanzado no debiera resignarse. Esto se define con el convencimiento de la necesidad de implementar y financiar importantes políticas públicas para el desarrollo. No obstante, deberían sustituirse los ingresos derivados del BCRA y el FGS. A su vez deberían adecuarse los gastos en el monto del déficit financiero estimado para 2014.

En suma, desde el SPN la agenda en grandes números podría ir por una reforma tributaria que sustituya 2,5% del PIB que actualmente financian el BCRA y el FGS, mientras que por el lado del gasto se deberían adecuar 3,0% del PIB.

¿Cómo podría lograrse a grandes rasgos estos dos objetivos?

Por el lado tributario, la sustitución de 2,5% del PIB de ingresos no es un tema menor, si además se considera la necesidad de revisar la estructura tributaria, el desafío resulta muy relevante. ¿Qué temas tributarios debieran revisarse? Los impuestos de emergencia nacidos en el final de la Convertibilidad, como Derechos de Exportación y el Impuesto a los Débitos y Créditos Bancarios, son un primer elemento de discusión. El Impuesto a las Ganancias en lo que se refiere a su estructura de alícuotas, tramos, montos no imponibles y ajuste por inflación. La tributación sobre el consumo en IVA e impuestos internos. Toda esta temática no será abordada en esta nota, dado que representa un capítulo en sí misma. La adecuación de alícuotas, exenciones y el avance tecnológico en la lucha contra la evasión, debieran aportar la sustitución de 2,5% del PIB que hoy resulta generado por la distribución de utilidades del BCRA (con efectos en el nivel de emisión monetaria) y la renta del FGS (con efectos sobre la sustentabilidad previsional).

Por el lado del gasto la discusión podría iniciar sobre la focalización de las transferencias corrientes al sector privado. Éstas representan en 2014 un 5,5% del PIB siendo muy relevantes los subsidios a los servicios públicos (electricidad, gas, transporte, etc.). Este concepto ha sido uno de los factores explicativos de la transición entre el superávit de 2008 y el déficit actual.

La recuperación del pilar fiscal como condición para el desarrollo es un desafío enorme, pero la situación dista de ser tan terrible como algunas veces aparece. Si congelamos la situación proyectada para 2014, es decir no se profundiza en 2015, se trata de generar las condiciones para sustituir ingresos por 2,5% del PIB e implementar políticas de gastos que signifiquen un ahorro de 3,0% del PIB.

En definitiva, estamos hablando de medidas fiscales que involucran 5,5% del PIB, que podemos comparar con situación recientes extremas en el mundo desarrollado. Como por ejemplo el déficit que tuvieron que enfrentar España (11,1% del PIB) y Reino Unido (11,4% del PIB) en 2009, durante la crisis financiera internacional. En 2014 España ha reordenado su situación fiscal llegando a un déficit de 5,5%, previendo en 2018 equilibrio presupuestario. Mientras que el Reino Unido ha bajado su déficit a 5% del PIB en 2014.

Volver de esta manera al sendero de fortaleza fiscal, como fue hasta el año 2008, implicará eliminarle a la economía los efectos del financiamiento vía BCRA y FGS del desequilibrio fiscal del SPN. Además se necesita una reforma tributaria que adecúe la estructura de impuestos para una economía más competitiva. Acompañado, por otra parte, por mayor eficiencia y superior focalización del gasto público. Todos estos ingredientes deberían combinarse con una agenda federal que recomponga la relación de potestades tributarias y responsabilidades de gasto a favor de los gobiernos subnacionales.

Publicado en El Cronista (versión reducida)

martes, 10 de noviembre de 2009

Impacto federal de reformas tributarias. Una aproximación de equilibrio general computado

El impacto fiscal de las reformas tributarias depende de la configuración del sector público en diferentes niveles de gobierno. En este trabajo se desarrolla un modelo de equilibrio general computado que incluye la configuración federal del sector público. El modelo se diseña y calibra para la economía argentina del año 2005. Se analiza el impacto federal de cambios tributarios (retenciones a las exportaciones y otros), y su impacto sobre el nivel nacional y subnacional de gobierno.






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jueves, 26 de febrero de 2009

Educación universitaria: acceso, elección de carrera y rendimiento

El análisis del proceso educativo universitario tiene relevancia por la asociación que existe entre el nivel de estudios y los ingresos esperados durante la vida de un individuo. En este sentido, la distribución demográfica de los estudios en educación superior tiene una estrecha relación con la posterior distribución del ingreso.

Esta relación surge porque la capacitación universitaria genera individuos más productivos, o a causa que la graduación funciona como una señal o reconocimiento similar a una credencial con valor lucrativo. Por consiguiente, la educación universitaria representa una vía de extrema importancia para el logro de una mejor posición social y bienestar económico.

Un aspecto que merece particular atención es el análisis de la situación de determinados grupos sociales. Por ejemplo, cómo funciona el proceso de educación universitaria para individuos provenientes de hogares relegados socio-económicamente.

El sistema educativo y la educación universitaria en particular, pueden funcionar como un mecanismo aglutinante del nivel de bienestar de la sociedad, o por el contrario pueden acentuar las diferencias de ingresos. Las posibilidades de acceso a la universidad son una parte de este proceso que necesita ser estudiado. En este sentido resulta inspirador citar a Bourdieu y Passeron (1964) para el caso de una país desarrollado como Francia.
Un cálculo aproximado de las posibilidades de acceder a la universidad según la profesión del padre hace aparecer que van desde menos de una posibilidad entre cien para los hijos de los asalariados agrícolas a cerca de setenta para los hijos de industriales y a más de ochenta para quienes provienen de familias donde se ejercen profesiones liberales. Esta estadística hace evidente que el sistema educativo pone efectivamente en funcionamiento una eliminación de las clases más desfavorecidas bastante más total de lo que se cree.
El caso de Argentina 1987-2003

El caso Argentino muestra que la independencia de la probabilidad de acceso a la universidad respecto del nivel socioeconómico del aspirante no se cumple. El acceso a la educación universitaria se ha incrementado en el período 1987-2003, sin embargo esta situación esconde grandes diferencias entre los individuos según sus características socioeconómicas. Los individuos definidos como socioeconómicamente favorecidos presentan un 78% de probabilidad de acceder a la universidad, mientras que la situación para los individuos desfavorecidos es de un 8,4% de probabilidad. Se observa una mejora paulatina en la probabilidad de acceso a la educación universitaria de los individuos favorecidos, dado que se pasa de valores del
50% en 1987-89 a 70% en 2002-03. En cambio los individuos desfavorecidos presentan una tendencia estancada o algo decreciente desde niveles de 10-11% hasta 6-8%. Las diferencias regionales entre los aglomerados urbanos de la Argentina muestran situaciones diversas que resultan relevantes de considerar en el diseño de políticas educativas universitarias. Los promedios de probabilidad de acceso a la universidad muestran diferencias de alrededor de 4 veces entre los aglomerados con mejor acceso y los de peor acceso.






En este libro se estudian las diferentes etapas en el proceso educativo universitario. Se analiza el acceso a la educación universitaria, respecto de la importancia de factores socioeconómicos. Se desarrolla la problemática de la elección de carrera universitaria utilizando datos inéditos para Argentina (que surgen de la EPH). Se consideran las cuestiones acerca del rendimiento académico una vez que los individuos se encuentran insertos en una institución de enseñanza universitaria. Y finalmente se presentan las conclusiones enfatizándose la cuestión socioeconómica como hilo conductor de las temáticas anteriores.

Link al libro completo (PDF)

jueves, 15 de noviembre de 2007

El resultado fiscal de las Provincias: ¿Endógeno o exógeno? Una mirada de mediano plazo

Resulta interesante estudiar la evolución fiscal de las provincias argentinas en el período. Por ejemplo, considerando el período 1983-2006, se calcula el impacto de las políticas nacionales sobre el resultado financiero. Sin esas políticas nacionales el resultado financiero provincial hubiera sido superavitario, versus el resultado negativo que muestra la contabilidad pública.

Más de la totalidad del stock agregado de la deuda provincial al 31-12-2006 se debe a la no compensación de la externalidad fiscal interjurisdiccional vertical de la Nación a las Provincias. De la estimación econométrica resulta que por cada peso de externalidad, 77 centavos se trasladan al stock de deuda provincial.

Las cuantificaciones presentadas revelan que en la relación entre el gobierno nacional y las provincias ha estado ausente uno de los principios básicos que deben cumplirse para que funcione el federalismo fiscal, que es el de “lealtad institucional”.

En términos simples este principio establece que ningún nivel de gobierno tome decisiones que afecten a otro nivel, sin compensación. En términos más técnicos el principio establece que las “externalidades fiscales interjurisdiccionales verticales” (de la Nación a las provincias, en nuestro caso) se paguen.


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viernes, 31 de agosto de 2007

Rendimiento académico universitario

En este trabajo se aplica el enfoque de función de producción para estimar los determinantes del rendimiento académico de una cohorte universitaria (Facultad de Ciencias Económicas de la UNLP1). Se utiliza un modelo de datos censurados en valores mínimos y máximos (variación del modelo tobit). Adicionalmente se analiza la dinámica del desempeño académico y se comparan cohortes mediante una metodología de microdescomposición.




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miércoles, 15 de agosto de 2007

Universidad Pública: provisión subsidiada y pago diferido

El financiamiento de la universidad pública es un tema en permanente discusión. La cuestión es si la financiación debe quedar a cargo del presupuesto o si se introducen aranceles (precios) que aporten fondos, ya sea parcial o totalmente. Este trabajo se ocupa de la cuestión estrictamente financiera del problema y el objetivo es responder a la pregunta de en que medida la provisión de educación universitaria a precio subsidiado es un sistema de pago diferido. O sea: el Estado incurre en ciertos gastos para proveer la educación universitaria; luego, dado el diferencial de ingresos de los que obtuvieron esa educación y la alícuota impositiva, obtiene recursos fiscales. ¿Cual es el resultado neto?

Las cuantificaciones de este trabajo, desagregados por carreras, muestran que la imposición sobre el diferencial de ingresos recupera entre el 20% (considerando sólo los ingresos laborales) y el 50% (considerando los ingresos totales). El aumento de la tasa de graduación en un 20% permitiría recuperar un 10% adicional. Sería posible cubrir una parte importante del gasto total con un arancel de nivel similar a los más bajos de las escuelas secundarias privadas. En estos cálculos no se considera la externalidad de la educación universitaria.



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